Septiembre 3, 2025

Miedo en Miraflores, esperanza en cada barrio

El 2 de septiembre de 2025, una lancha venezolana con miembros del Tren de Aragua se convirtió en blanco de un ataque aéreo estadounidense en pleno Caribe: 11 muertos, según confirmó el presidente Donald Trump.

En Caracas, Miraflores se estremeció: los que gobiernan temblaron ante la evidencia de que sus redes criminales no están fuera del alcance internacional. Mientras tanto, puertas adentro, el pueblo venezolano respira un poco más aliviado, celebrando en secreto que los golpes al narco-régimen se multiplican y que la justicia, aunque lenta, empieza a tocar sus estructuras más oscuras.

Un régimen cada vez más vulnerable

El Tren de Aragua, símbolo del poder criminal sostenido desde el régimen, sufrió un golpe duro. Por primera vez, las aguas del Caribe dejaron de ser territorio seguro para sus operaciones. Maduro y sus aliados intentan minimizar el impacto, llamando a la agresión “imperialista”, pero en realidad, el miedo se palpa en los pasillos de Miraflores y en las filas de sus cómplices.

En contraste, para los venezolanos de a pie, la noticia es un motivo de esperanza. En los barrios, en las casas, en los abastos y calles, se siente un susurro de victoria, el sentimiento de que el fin del régimen criminal se acerca, aunque todavía falte para verlo caer.

Celebración silenciosa y la luz al final del túnel

El ataque no solo golpea a los criminales del Tren de Aragua, sino también al sistema de impunidad que sostiene al gobierno. Cada operación como esta recuerda al pueblo que la resistencia y la lucha por la democracia tienen aliados poderosos en el mundo.

“El miedo ya no es nuestro, es de ellos. Nosotros estamos viendo el principio del fin desde nuestras casas, con esperanza y ganas de vivir libres”, dice un vecino en Caracas, reflejando el sentimiento que recorre Venezuela: puertas cerradas, pero corazones celebrando un poco más de libertad.

Autor: Ivan Faria